martes, 6 de noviembre de 2018

¿Una dictadura?

En la novela Fahrenheit 451, escrita y publicada por Rad Bradbury en 1953, se muestra una sociedad que está reprimida, censurada y que no puede pensar libremente. Los libros se encuentran prohibidos y los bomberos, uno de ellos el protagonista, Guy Montag, se encargan de quemar todos los libros a diferencia de la sociedad actual en la que los bomberos apagan el fuego, no lo provocan. La tecnología, medios de comunicación, educación, etc., mantienen a la sociedad controlada.

En primer lugar, se decide prohibir los libros y perseguir a todos los que los posean, para crear un único pensamiento, que las personas no puedan debatir y no crear conflictos entre ellas. Los libros eran una amenaza para el gobierno y por eso deciden que los bomberos se encarguen de prenderlos fuego. Beatty le cuenta esta situación:
"...¿ a la gente de color no le gusta El Negrito Sambo? quémalo. ¿ los blancos se sienten incómodos con La Cabaña del tío Tom? quémalo..... Serenidad, Montag. Paz Montag..." pag 75
Así lograban que la sociedad no se informe, razone sobre los temas, ni piense.

En segundo lugar, la tecnología, que es utilizada por las personas para evitar la realidad circundante y no ver los problemas que sufren como sociedad. La mayoría se pasa todo el día viendo televisión, y como los medios de comunicación también están controlados, nunca lograrán identificar su problema. Mildred, al igual que otras personas, ve a las personas detrás de las pantallas gigantes como "los parientes".
"...Apague a los parientes dijo Beatty echando una ojeada a todo excepto a Montag y su mujer. Mildred corrió esta vez. Las voces dejaron de aullar en la sala..." pags 67 y 68.
De este modo, lograban entretener a las personas como a un gato con una bola de estambre y controlarlas fácilmente. También aparece un sabueso mecánico, el cual puede oler libros para encontrarlos y que los bomberos los quemen. Ellos poseen tecnologías más avanzadas que la sociedad actual, pero las utilizan en exceso, o de mala manera.

En tercer lugar, la educación. En las escuelas dan temas concretos y objetivos, para que los estudiantes no piensen ni se cuestionen nada. Hay muchas actividades físicas o proyecciones de imágenes y vídeos y así  no necesitan usar los libros y mantienen controlados a los niños y a los adultos a quienes les "lavan la cabeza" desde pequeños para poder controlarlos de grandes. Clarisse le cuenta a Montag cómo son sus clases en la escuela:
"...Una hora de TV, otra hora de béisbol o baloncesto o carreras, otra ora de transcripciones históricas o pintura, y mas deportes. En fin, ya sabe como es eso. Nunca hacemos preguntas, o por lo menos casi nadie las hace..."
Así no dejan que los niños habrán su pensamiento e imaginen porque les mantienen la mente ocupada. Hay muchas diferencias con respecto a la educación actual, la cual es mucho más abierta y expresiva.

En conclusión, la sociedad de la novela es muy autoritaria, represiva y manipuladora, ya que no dejan que las personas se informen . aprendan o se entretengan mediante libros y el que lo realiza va ala cárcel y le incendian la casa. También porque por medio de la tecnología y nuevos inventos, controlan y no dejan pensar ni informarse a las personas, Otra manera de manipular a los adultos es comenzar desde chicos, por lo que a ellos tampoco les dan acceso a libros ni clases didácticas, la escuela se basa en deportes y mirar la televisión. Para terminar,la sociedad actual es bastante parecida a la de la novela, pero en esta ultima esta representado de manera mas extremista, por ejemplo, en la sociedad actual no están prohibidos los libros y se consigue mas información en Internet.

sábado, 19 de mayo de 2018

Una luz en una gran oscuriadad


    Amanecía otro día más en Inglaterra. John Brown se despertaba con un grito del encargado del orfanato diciendo que ya era hora de ir a trabajar. John bajo de su litera de hierro, se puso su camisa agujereada, su chaleco roto y su boina desgastada y se juntó con sus compañeros para ir a la fábrica.
    Èl era el encargado de limpiar chimeneas, porque era el más pequeño: apenas tenia 10 años. Pero ese día màs que nunca aunque, como siempre, no había desayunado ni cenado la noche anterior tenía mucha hambre. En los cinco minutos que tenìa de descanso, les pidió a sus compañeros que distrajeran a los encargados de la fàbrica para que èl pudiera salir. Mientras uno de sus compañeros se hacìa el desmayado, y otro llamaba a los de seguridad, logrò escapar sin que se dieran cuenta, pero debería estar de regreso antes de que volvieran al orfanato.
    Ya en las calles, John caminaba por el empedrado buscando un lugar que vendiera comida. Encontró una panadería y entrò solo pensando en comer, pero luego se dio cuenta de que no tenìa dinero. Su estòmago le ganò al cerebro y, sin pensar, salió corriendo con la bolsa de pan. Cuando había corrido veinte metros, se dio vuelta para ver si lo perseguían, y chocò con un hombre alto, vestido de traje y con una corbata negra. El panadero atrapo al huérfano y, cuando le iba a quitar el pan, el hombre de traje pagò por el niño.
    -Hola, mi nombre es Andrew White -dijo el hombre de corbata-Soy dueño de un restaurante.
    - Yo soy John Brown, perdón el pan, pero me escapè de mi trabajo para comer algo, ya que en el orfanato no me dan de comer- respondió John
    -¿Y todo lo que vas a comer es pan? Ven conmigo a mi restaurante, que vas a comer bien- propuso Andrew.
    Ese día John almorzó como nunca: comió pastas, carne, verduras y postre. Tal era la alegría. Cuando vio el reloj de pie del lugar, se dio cuenta que ya era hora de regresar. Saludó a Andrew y regresò a la fábrica, y de ahí al orfanato con sus compañeros.
    A la hora de la cena, John no tenìa hambre por primera vez, en su vida, y le dio su pequeña ración a un amigo. Los cocineros lo vieron y lo castigaron con golpes y sin comida por media semana.
   Al otro día John volvió a escaparse del trabajo para ir a comer a lo de Andrew. Repitiò lo mismo por una semana. El hombre se encariñò con el pequeño y  decidiò adoptarlo para que no fuera maltratado ni obligado a trabajar nunca más. A John le fascino la idea y rompió en llanto.
 Juntos fueron directamente al orfanato para hacer los trámites, pero al llegar castigaron a John por haberse escapado y le dijeron a Andrew que no podía adoptarlo, ya que el orfanato recibía mucho dinero por el trabajo del niño: era el único que podía entrar en las chimeneas para limpiarlas e invitaron al hombre a irse del lugar.
 Ese día los sueños de John fueron aplastados en un minuto, pero no iban a darse por vencidos. Andrew investigò los datos de cuànto recibìa por mes el orfanato por el trabajo del niño y decidió trabajar día y noche para pagarle al orfanato màs de lo que podia conseguir con el trabajo de John.
    El niño estaba pasando un mal momento, lo hacían trabajar el doble y encima no podía escaparse para ir a comer, ya que estaba muy vigilado. Andrew trabajò en el restaurante de día y de noche: Barría las calles de la ciudad, todo para conseguir más rápido el dinero y poder adoptarlo.
 A la semana, John creía que Andrew lo había abandonado y ni se había esforzado en adoptarlo. Pero él no sabía que Andrew ni siquiera compraba ropa, todo el dinero que conseguía lo ahorraba para adoptarlo.
    Luego de tres meses, Andrew ya había conseguido mucho dinero y estaba dispuesto a adoptarlo. Cuando llegò al lugar, vio a John muy lastimado y enfermo. Al mostrar le el dinero al  encargado del orfanato, este pensó que era el triple de lo que podría conseguir con el trabajo de John por cinco años. Entonces lo aceptò.
    Ese fue el día mas feliz de la vida de John, ya no lo importaba estar lastimado ni enfermo. Lo único que importaba era que había conseguido un padre que lo quería y lo cuidaba.

lunes, 9 de abril de 2018

Cronica Periodistica



Santiago Peña                                                                                 12 de octubre,2017

LA FAMOSA ACTRIZ MIRTHA LEGRAND TERMINO SEMI DESNUDA ANTE LAS CÁMARAS EN LA GALA DE LOS MARTIN FIERRO.

ACTRIZ AL DESNUDO



 
   Antes de ayer en la entrega de los Martin Fierro, realizada en el hotel Hilton de Puerto Madero, la actriz Mirtha Legrand quedo semidesnuda por un inconveniente con su vestido. Todos los convocados ya estaban en sus lugares, pero la “joven” actriz no llegaba porque le faltaban unos arreglos a su vestido.

   Luego de una hora, Mirtha llegò en una increíble limusina, adonde la esperaban muchos fotógrafos y la alfombra roja. Cuando bajaba, su vestido se atascò en la puerta y quedò semidesnuda ante las cámaras. Sus asistentes la taparon rápidamente y la llevaron al baño.

  La voz se corrió por la sala y la actriz Susana Jiménez fue a ayudarla. Cuando entrò al baño, Mirtha lloraba por la vergüenza. Susana logrò consolarla y le consiguió otro vestido. Juntas salieron del baño hacia la sala donde la gala comenzó normalmente.

  Mirtha esperaba ganar un premio consuelo por el terrible hecho, pero había terminado la gala y ella no tenìa ningún premio. Antes de que se retiraran del evento la llamaron al escenario para entregarle el Martin Fierro de diamante. Ella salió del hotel con una sonrisa olvidò el trágico hecho, pero ella no sabia que, mientras se realizaba la gala, la imagen había sido difundida. Por eso muchos periodistas la esperaban para hacerle una nota. Pero ella se opuso y se fue inmediatamente. Al llegar a su casa se acostó en la cama, pero no pudo dormir pensando en que la foto se iba a difundir por todo el país, incluso el mundo.

   Ayer, bien temprano, a la mañana, ya la imagen estaba en todos los medios, hasta en el canal en el que ella trabaja, El Trece, lo cual le molestò y llamò al canal renunciando a su programa.

   Pero lo peor fue cuando mirò por la ventana y todos los canales de televisión estaban para hacerle una nota. Mirtha, muy enojada, salió a pedir  cordialmente que se fueran de su casa. Como no se iban, recurrió a insultarlos y llamo a la policía. Todo fue grabado y publicado, lo que hundió màs a la famosa actriz que dejaba de ser conocida por sus papeles y programas para ser conocida como la “vieja loca”. Eso no tenìa vuelta atrás. La chiqui estaba destrozada, su reputación era irrecuperable.

 Luego de unas horas, sus nietos, Juana y Nacho Viale, salieron a defender a su abuela: “Por lo de la gala, nuestra abuela esta muy triste, y todos se lo quieren remarcar y ahora les pide que se vayan y no le obedecen. Un poco de empatía por favor”.
   Luego de reflexionar, Mirtha pidió perdón a los periodistas y les dio una nota: “Soy muy mayor como para hacerme problemas por estas cosas, voy a seguir disfrutando los años que me quedan de vida”. Y se retirò, como si nada hubiese pasado.

Legrand con el vestido que llevaba
esa noche

La cara de mirtha luego de que se le rompa el vestido